La semana pasada estuve en la casa de la mujer viendo una película que se titulaba “África Paradise”. La presentaron Jeanne y Lucile dos mujeres senegalesas que viven una en Donosti y la otra en Bilbao.
La película presentaba a una pareja, el ingeniero y ella profesora, que viven en Francia, en una Europa totalmente arruinada. Luchan para que les reciban en la embajada de un país africano, porque buscan trabajo, pues pasan hambre.
Así están las cosas en el continente europeo, sin embargo en África se han unido todos sus países, hay paz y se ha convertido en un continente fuerte y rico. Los europeos blancos emigran, pero con títulos universitarios están desempeñando trabajos como barrenderos, servicios domésticos, repartos etc. La policía les para continuamente para pedirles los papeles y si no están en regla los deportan.
La pareja consigue llegar a África. Pasan por diferentes vicisitudes trabajan, ella por suerte legalmente, y él ilegalmente y al final, el hombre es expulsado y ella elige permanecer en África.
La película estaba hecha con escasos medios, lo importante no era su calidad en sí, si no que el mensaje. A los ricachones europeos, que lo somos entre otras cosas gracias a todo lo que nos trajimos de otros continentes, nos parece imposible, que de vuelta a la tortilla.
Luego hubo un coloquio muy ameno, charlamos con Jeanne y Lucile y aprendimos muchas cosas sobre Senegal y la inmigración.
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