18 de enero de 2011

GORA SAN SEBASTIAN EGUNA




Desde nuestro Blog Dandai, deseo a todas mis compañeras y simpatizantes de este medio,  unas inolvidables fiestas de San Sebastián, acompañadas por la tamborrada, que aunque a veces al menos a mi,  me llega a cansar este fondo de música tan repetitivo, que dado el lugar en que vivo, (cerca de dos colegios) la tengo todos los días, desde mediados de Diciembre, hasta este momento... en fin, creo es un pecado venial que espero, me la perdonara D. Raimundo Sarriegi.
Pero...  ¿que sería la fiesta sin nuestra tamborrada?, Además,  las composiciones son preciosas, y en los momentos álgidos, te emocionas  hasta salirte las lágrimas, y no digamos si  las escuchan  desde  grandes distancias, como es el caso de mi hijo, que lo hace desde New-York, acompañado por amigos coetáneos, eso tiene que ser inenarrable.
En fin chicas, hasta el miércoles que viene,  nos veremos en la clase de Itzi, ya recuperadas y con las pilas puestas.

ONDO PASA GUZTIOI

                        Conchitatxo


http://www.youtube.com/watch?v=RtgPprok24g

Os mando un enlace, para que disfrutéis con nuestras tamborradas.

Tamborrada de San Sebastian

http://www.youtube.com/watch?v=N7cKpbi400E





A todo el pueblo"donostiarra"

¡ZORIONAK!!!

Que disfrutéis de la fiesta ¡La
fiesta mas grande de nuestro pueblo, Donostia!!!

Egonarri

17 de enero de 2011

Dia de San Sebastian


Amigas de Dandai; nos quedan pocas horas para acabar el curso informático ¡adelante pues!!!

Que disfrutéis mucho, el "Día de San Sebastian"nuestra fiesta donostiarra.

Egonarri

14 de enero de 2011

A AMPARITXU







Ser poeta no es vivir a toda sombra, intimista.
Ser poeta es encontrar en otros la propia vida.
No encerrarse, darse a todos, ser sin ser melancolía, y ser también mar y viento, memoria de las desdichas y eso que fui y he olvidado, aunque sin duda sabía.
Cuanto menos pienso en mí, más se me ensancha la vida.
Soy un pájaro en el bosque y Amparitxu si me mira.
He asesinado mi yo, ¡porque tanto me dolía! y al hablar como si fuera lo que escapa a la medida, mis ecos en el vacío retumban sabidurías.
Con todo me identifico y respiro por la herida, y digo que mis poemas son un vivir otras vidas, y un recrecerme en lo vasco de Amparitxu y sus delicia.
Cuanto más me meto en mí, más me duelen las esquinas.
Cuanto más abro las  alas, bien de dolor, bien de dicha, más descubro unas distancias que, voladas, pacifican.
Cuando lean estos versos no piensen en quien los firma, sino en mi Euzkadi y mi Amparo, y en un pasado, que aún vibra, y en cómo tiemblan las ramas cuando las mueve la brisa.


Gabriel Celaya

Transcrito

Manoli













3 de enero de 2011

Hiperestesia




¿Qué persona que se considere viva no sufre ante las injusticias cotidianas? No sólo las que se cometen hacia uno mismo, sino también para con los demás.
Yo creo que los que no sienten dolor ajeno, o aquellos que son incapaces de sentir empatía no están realmente vivos.
Pero en estos tiempos que corren todo parece demasiado ajeno. Ajeno a nosotros mismos y a todo el resto. Ya nada nos llega, ni tampoco llega a ningún lado... ¿Entonces dónde queda?... No lo sé.
Los hechos y circunstancias son aislados y ya no importa que pasó ni que irá a pasar. Y sólo importa si aporta beneficios a ese "yo", que con cada día es un poco más egoísta.
Hace mucho que me cuesta encontrar alguna persona que sea sensible. Y hace mucho más aun que no encuentro a nadie que sea hiperestésico.
Nadie dice que la sensibilidad excesiva y dolorosa sea buena ni saludable, pero pesa en el alma caer en la cuenta de que poco a poquito nos vamos insensibilizando más y más.
Hay cosas sobre las cuales me encuentro pensando y me producen rabia. Rabia y asco. Por ser tantos y no hacer nada los unos por los otros. Por matarnos ya sea con la guerra o con la indiferencia. Por habernos dejado de amar hace tanto tiempo. Perdimos el amor, y eso fue lo más grave que hemos hecho. Perdimos el respeto y eso nos convirtió en hombres y mujeres deplorables. Subestimamos, a todo el mundo, y hasta a nosotros mismos. Dejamos de hacer porque creemos que no somos lo suficiente, o que con nuestra colaboración no se logra nada.
Me atrevo a decir que dejamos de querernos.
Que hay gente despiadada, es totalmente comprobable. Que hay quienes no lo son, es mucho más dificil de comprobar. El disfraz cambia las reglas... Y todos llevamos algo de disfrazados... Todos tienemos trapos sucios que esconder... Verdades sin decir... Y apenas se entra en pánico y el vértigo inunda, se cae ante un abismo infinito, como en espiral. La espiral que lleva a largar todo, a vomitar lo oculto (de la peor forma posible) y así a romper con los esquemas... Pero no por bondad ni para ser transparentes y pedir perdón. Sino por cobardía propia, por maldad.


Sacar el ser destructor que nos convierte en "gente" hizo que muchos pilares cayeran con el primer temblor de indiferencia.


Recopilado.
Kachuri.

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