Valle de Karranza

Como todos los años, en nuestra asociación de Mujeres Dandai, es de costumbre organizar una excursión cultural. Esta vez nos decidimos por el Valle de Karranza, para conocer el Centro de Acogida de Fauna, "Faunaren Babes Zentroa" y la Cueva de "Pozalagua"

En una mañana bastante fría, con una temperatura de seis grados, nos disponíamos a emprender el viaje, hacia nuestra querida Bizkaia, al Valle de Karranza.  Después de un viaje de hora y medía, nos adentrábamos en el Centro de Acogida de Fauna, un lugar, para conocer, a aquellas especies animales víctima de las agresiones del los hombres.

Gracias a personas que han luchado tanto por socorrerles, han ido recuperándose, aunque a veces carecen de algunos miembros de su cuerpo, como son, alas, patitas o un ojo que ya no recuperaran. Pudimos ver dos osos grandísimos, que allí estaban tomando el sol; tortugas, que muchas veces queremos tener en casa, pero al final tenemos que desistir de nuestros deseos abandonándolas, (Tendríamos que saber, lo que supone estos actos, in-necesarios, para con los pobre animalitos)

Después de esta visita, tan entrañable, nuestro siguiente objetivo seria, visitar la Cueva de Pozalagua. De verdad os digo… he visto muchas cuevas en mi vida, pero estas me han gustado las que más, las formas de su estalactitas y estalagmitas eran algo que te transportaban a un lugar nunca visto, pero a veces imaginado por nuestras mentes, pues veíamos formas que nos recordaban fantasmas y figuras alucinantes ¡Una gozada ver tanta maravilla!

Transcurrida la visita cultural, la próxima incursión seria el Restaurante, pues teníamos un hambre que las fuerzas mermaban. Allí saciaríamos nuestras necesidades para con el estomago, con unas viandas fuera de serie, como son, Cocido Montañes y un arroz que quitaba el “hipo” filetes tiernos como la "mantequilla"merluza frita y un postre de mamía y miel, con nuestro cafecito para entonarnos.

Ya después, en la tarde, pudimos visitar la iglesia de San Andrés, en la comarca del Valle de Karranza, con un retablo medieval y una Historia muy querida por los habitantes del Valle.

Fue el final, visitar Balmaseda, un pueblo, con calles bonitas, y un puente Medieval, al cual pudimos sacar bellas fotografías pues estaba iluminado.

Ya de vuelta a casa, con la alegría de ver nuestra camita esperándonos, os digo agur y hasta la proxima.

Egonarri.