Una pareja de ancianos entró a un restaurante y se sentó junto a una mesa donde unos jóvenes estaban cenando, el anciano se acercó a la caja e hizo su pedido; una vez servidos, desenvolvió la hamburguesa, la corto por la mitad y puso una mitad junto a su esposa; contó todas las papas fritas e hizo lo mismo; metió dos pajillas dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa.
El anciano empezó a comer su medía hamburguesa, y la gente se le quedó mirando con compasión. Un joven se les acercó y educadamente les ofreció comprarles otra ración de comida, el anciano respondió, que no se molestaran; que estaban acostumbrados a compartirlo todo. La gente se dio cuenta de que la anciana no había probado bocado; sólo miraba como comía su marido y de vez en cuando bebía un poquito del refresco; el joven se acercó otra vez y les repitió su oferta, esta vez fue la anciana la que le explico que no; que ellos estaban acostumbrados a compartir todo, el joven entonces le pregunto a la anciana, ¿y usted que esta esperando? .....¡LOS DIENTES!.....
Recopilado por…Piluka S.
Enternecedor, me recuerda a mis aitas, todo lo compartían, en su baño solo entraban ellos dos, si hubieran leido esta historieta una sonrisa en sus labios, delataria su empatia.
ResponderEliminarConchitatxo