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La veterana y reivindicativa asociación cesa su actividad por falta de recursos| En su despedida, tras 16 años de andadura, han celebrado actividades y emotivos homenajes
Tras casi dos décadas de actividad, la asociación de mujeres de Egia Dandai
ha resuelto disolverse. No ha sido una decisión fácil para sus
protagonistas, aunque asumen que «todo tiene un principio y un final».
Dandai ha sido una asociación que surgió para apoyar y visibilizar a las mujeres de Egia.
Desde esta agrupación, Pilar Romea, recuerda que sus raíces vienen del
centro familiar y social fundado por Kutxa en 1966. «La intención era
que las mujeres salieran de casa y algunas aprendieran a leer y
escribir». La actividad fue evolucionando y comenzaron a impartir
diversos talleres, se formó un grupo de teatro, un coro y publicaron una
revista.
Romea recuerda que «la evolución de aquellas mujeres
fue tremenda gracias a su empeño y a las profesoras que pusieron mucha
ilusión para que así fuera». Sin embargo, aunque en el año 2000 Kutxa
cerró los centros, lejos de abandonar la actividad que aquí se
desarrollaba, algunas de las usuarias apostaron por asumir la
coordinación de algunos de los proyectos.
Para formalizar esta situación, fundaron la asociación Dandai que
les permitiría gestionar los recursos y organizar los proyectos de
forma adecuada. En ese camino contaron con el apoyo de Kutxa y
subvenciones de Emakunde, la Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de
San Sebastián. La presidenta de la primera junta fue Maru Rizzo
acompañada por Antxoni Muñoz y Mertxe Ortiz.
Más tarde les relevarían
Lourdes Ochoa, Conchi González Arrieta, Pilar Romea, Pili Samperio y
Petri Cárdenas, entre otras.
Pilar Romea reconoce que «estos dos últimos años han sido duros por la disminución del número de socias,
en gran medida por la edad y también por el auge de la oferta de las
casas de cultura y la Casa de las Mujeres». En ese sentido, recuerda que
«si no hay socias que paguen una matrícula no hay dinero para
subsistir».
Echando la vista atrás, esboza una sonrisa y subraya
que «hemos vivido unos años maravillosos, hemos conocido a mujeres
estupendas, tanto profesoras como socias, y de todas ellas hemos
aprendido mucho». Asimismo, señala que «hemos intentado ayudar a las que han venido a nuestra puerta solicitando apoyo y les hemos recibido siempre con una sonrisa y un abrazo, porque hay mujeres que han tenido una vida muy desgraciada».
Despedidas y homenajes
Hace unos meses empezaron a organizar la despedida. Comenzaron en marzo con la última exposición de pintura de las socias de Dandai
en la que no faltó la lectura de cuentos y poesías. Igualmente,
celebraron la Lilatón y se fueron de sidrería. Continuaron con la charla
impartida por Elisabeth Echabeguren sobre la lucha de las 'mujeres
anónimas' en la Transición, así como con los diversos proyectos
realizados en colaboración con Lagunkoia.
Las profesoras Esther
Esparza y Kontxi López también les han rendido su particular homenaje.
«Esther, a la que queremos mucho, nos hizo una despedida muy cariñosa; y
Kontxi, nuestra querida profe, ha confeccionado un video sobre la
trayectoria de Dandai y sobre cómo nos sentimos al cerrar; un vídeo
precioso donde hemos volcado nuestros sentimientos y nuestras vivencias
de todos estos años»..
Para terminar la celebración con alegría, en la casa de cultura de Egia celebraron una sesión de teatro improvisado sobre los principios de Dandai en clave de humor.
Con el fin de reencontrarse con muchas de las mujeres que han pasado por Dandai,
en mayo celebraron una comida que congregó a 70 mujeres. «Fue todo muy
emocionante y procuramos que no fuera triste, así que hicimos venir a
Bea, una mujer clown que con sus historias consiguió que el final fuera
más amable». Seguidamente, Eva Salaberria, de Lagunkoia les ofreció un
pequeño homenaje en el encuentro organizado en Tabakalera.
Autónomas y valientes
Además
de la ayuda de las instituciones, agradecen la implicación de todas
las profesoras, «en especial el apoyo de Itziar Igartua por habernos
enseñado a ser mujeres autónomas y valientes y a Lourdes Ochoa por su
entrega y honradez». Agradecen a todas las mujeres que han trabajado
«sin horarios y sin sueldo para que la asociación funcionase a pleno
rendimiento».
Están orgullosas del reconocimiento de Emakunde, la Diputación y el Ayuntamiento al trabajo realizado en favor de las mujeres.
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