Las torrijas, tal y como las conocemos ahora,
tienen su origen en el siglo XV y nacen como una costumbre muy alejada de la
celebración de la Semana Santa.
Estos
dulces elaborados a base de pan duro, huevos, azúcar, leche o vino comenzaron a
preparase para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su
recuperación postparto allá por los años 1600. En un principio las torrijas se
preparaban con rebanadas de pan de pequeño tamaño, y se servían acompañadas de
una copita de vino.
Pero
¿cómo llegaron a ser un dulce de Cuaresma y Semana Santa? No se sabe a ciencia
cierta como las torrijas se han instaurado como postre típico en estas fechas,
pero lo cierto es que al ser un alimento saciarte y calórico que aportaba
energía, comenzaron a incluirse en la Cuaresma para compensar los períodos de
abstinencia de algunos alimentos
Las
torrijas se asocian a tiempos difíciles y de estrecheces económicas, en las que
disponer de un elemento barato y asequible como los restos del pan permitían
poder comer algún dulce de vez en cuando sin gastar mucho. De hecho para
preparar torrijas, lo ideal es que el pan sea algo duro, de dos o tres días,
también se elaboran de vino dulce, porque la tradición popular nos dice que las
torrijas representan el cuerpo y la sangre de Cristo.
Transcrito
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Os voy a dar mi receta de torrijas;
He
comprado dos paquetes de pan “especial para torrijas”, uno en forma de pan de
molde y el otro en forma de pan quemado.
Para
esta cantidad de pan, he utilizado;
2
litros de leche entera
400
gms. De azúcar
Pizca
de sal
½
litro de nata
Cáscara
de limón y naranja (solo la parte exterior)
Palo
de canela
Una
buena chorretada de Coñac (bastante)
Poner
a hervir la leche, con las cáscaras, la canela y la sal.
Una
vez pasado una media hora, añadir el azúcar
Hervir
a fuego lento para que no se pegue el azúcar, hasta 1 h. más o menos.
Agregar
el coñac y seguir hirviendo unos cinco minutos.
Dejaremos
todo este preparado hasta el día siguiente.
Cortaremos
las rebanadas, y las cubriremos con un paño, también hasta el día siguiente
DIA
SIGUIENTE
Iremos
empapando en la leche una a una las rebanadas, las dejaremos en una bandeja
honda.
Al
rato, calentaremos aceite de oliva fino, junto con una cáscara de limón y
naranja.
Después
iremos pasando una a una en huevo batido y las iremos friendo, las
depositaremos en una bandeja y las taparemos muy bien para que no se sequen.
Seguidamente,
(esto es opcional) hacemos una crema pastelera consistente, con una cuchara echamos la crema
encima de una de las torrijas y seguidamente la otra torrija encima. Después las pasamos en azúcar
y canela.
Cuando mi amatxo quería esmerarse por ser una fiesta muy especial, lo hacía de esta manera y el resto de las ocasiones, sin la crema.
Espero
que os guste,
La fotografia de la derecha es otra forma de presentación mas sofisticada.
Conchitatxo
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La fotografia de la derecha es otra forma de presentación mas sofisticada.
Conchitatxo
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